martes, 8 de noviembre de 2011

"La sostenibilidad requiere un enfoque sistémico y transformador"

Aunque nacido en Francia, Florent Marcellesi es un ciudadano del mundo y así actúa tanto en su vida diaria como en la defensa de sus propuestas políticas. Quien lo lee habitualmente conoce su profundo conocimiento de las bases ideológicas del movimiento verde, así como su defensa de un espacio propio y con autonomía para la ecología política en España y Europa. Para los que pensamos que un futuro muy negro nos espera si no ubicamos urgentemente la sostenibilidad en el centro de nuestra gestión de lo público, gente como Florent es una esperanza. Y por eso le deseo mucha suerte en todo lo que se proponga. Será un indicador para creer que nos irá mejor a todos.

¿Cómo llega un joven francés a ser una cabeza visible del ecologismo político en el estado español?

Aplicando en el día a día que la ecología política no tiene fronteras, ni para el medio ambiente, ni para las personas. 

¿Qué es la ecología política?

Defino la ecología política como un sistema de pensamiento global y autónomo que busca alcanzar a la vez justicia social y ambiental, para las generaciones presentes y futuras, tanto en el Norte como en el Sur y extendiendo el concepto de solidaridad al resto de seres vivos y no humanos. La ecología política responde a unas necesidades históricas concretas marcadas por las múltiples crisis actuales: ecológica, social, democrática y ética, dicho de otro modo una crisis civilizacional. Ante la oportunidad y necesidad de cambio que trae consigo el siglo XXI, el mayor reto de la ecología política es inventar una sociedad donde seamos capaces de ser felices como seres humanos, dentro de los límites ecológicos de un planeta finito y de forma democrática. 

¿Pueden las políticas tradicionalmente conocidas como “de derechas” ubicarse en el marco de la sostenibilidad?

Al igual que las corrientes dominantes de izquierdas, las de derechas intentan desde hace algunos años introducir propuestas, principalmente sectoriales, relacionadas con el medioambiente. Sin embargo, y a pesar de poder coincidir de forma puntual sobre algún tema ambiental concreto, constato que estas derechas abogan por el medioambientalismo, que Dobson define como una aproximación administrativa a los problemas ambientales, desde la convicción de que pueden ser resueltos sin cambios fundamentales en los actuales valores o modelos de producción y consumo. Esta visión es un error grave de diagnóstico, pero por desgracia bastante común en el panorama político: la crisis ecológica no es un asunto tecnocrático o un simple ajuste al margen de la máquina productivista con un poco más de ecoeficiencia. Por ejemplo desde 1970, la intensidad energética por unidad ha bajado en un 30%, mientras que las emisiones de CO2 aumentaban en un 40%... Existe en realidad un problema de diseño estructural del conjunto del sistema, puesto que éste último destruye los presupuestos socio-ecológicos de su misma existencia. La sostenibilidad requiere por tanto mucho más que medidas secundarias, además desvinculadas de cambios culturales y sociales; requiere un enfoque sistémico y transformador. 

Cuando hablas de decrecimiento, ¿qué es lo que propones?

Como no soy el Doctor Jekyll y Mister Hyde del movimiento verde, propongo lo mismo que cuando hablo de ecología política. El decrecimiento, una herejía para el sistema socio-económico dominante, tiene el mismo trasfondo que la ecología política: no existe un crecimiento infinito en un planeta finito. Salir del dogma del crecimiento y de la dictadura del PIB, reducir drásticamente nuestra huella ecológica o combinar justicia social y ambiental dentro de los límites del Planeta son las bases del ecologismo político y social. En este marco, el decrecimiento es más bien una herramienta, un término obús y provocador que sabe convocar y obligar a reflexionar sobre la situación actual del mundo, mientras que la ecología política se refiere al conjunto de valores, propuestas e ideas que conforman la ideología verde. Ambos tienen como objetivo un cambio de paradigma social, cultural, económico, etc. hacia la construcción de sociedades resilientes, democráticas y de seres humanos libres, que sepan vivir en armonía con la biosfera y el conjunto de su entorno. 

¿Crees que es urgente adaptarnos a unos niveles de disponibilidad energética cada vez menores?

Es obviamente una prioridad. Nuestras sociedades, y algunas de sus principales manifestaciones como la globalización económica, se sustentan sobre un espejismo energético que tiene nombre y apellidos: la era del petróleo barato, abundante y de buena calidad. Sin embargo, con el techo del petróleo, el oro negro se está convirtiendo en energía cara, escasa y de mala calidad. Por tanto, necesitamos una revolución post-fosilista hacia un modelo basado en la reducción del consumo, el ahorro energético, las energías renovables y la eficiencia energética, y donde consumamos localmente lo que producimos localmente. 

¿Qué papel debería desempeñar el decrecimiento en un partido que quiera estar preparado para lo que se avecina en las próximas décadas?

Las ideas del decrecimiento, es decir la salida del dogma del crecimiento, tendría que ser inherente a cualquier movimiento transformador del siglo XXI. Es una cuestión de solidaridad global (con las personas más desfavorecidas, las generaciones presentes y futuras, con los países del Sur, con el resto de seres vivos, etc.) y, simplemente, de supervivencia civilizada de la especie humana. 

Para algunos partidarios del decrecimiento ha sido un poco defraudador que Equo presente un programa en el que no se declare expresamente la necesidad de decrecer o la importancia de la crisis energética. ¿Por qué ha sido esto así?

Por un lado, la mejor forma de hacer decrecimiento es aplicarlo con ideas y políticas concretas: al igual que lo hace el “movimiento en Transición” que, sin necesidad de pronunciar el término, es un ejemplo de pragmatismo decrecentista. De hecho, el programa de Equo retoma las principales orientaciones de la ecología política: una economía verde, ajustada a la capacidad de carga del planeta y diseñada desde la equidad, o un cambio de modelo energético con ahorro, energías renovales y ecoeficiencia. Por otro lado, es cierto que el adelanto de las elecciones no nos ha permitido llevar a cabo, y desde abajo, todos los debates y matices que nos hubiera gustado. Equo es una formación joven, con muchas personas de diferentes procedencias y que necesita más tiempo para profundizar de forma participativa sus bases programáticas. Ya es un milagro que lleguemos en estas condiciones al 20-N: fijaos que mientras que Equo realizó su programa en mes y medio, Europe Écologie, el partido verde francés, habrá realizado durante más de un año su labor programática para llegar a las elecciones de abril de 2012. O sea, queda mucho camino por recorrer estos próximos años, e invito a todas las personas que defienden el decrecimiento a acercarse a Equo para participar en la producción de ideas y enriquecer el debate. 

¿Cuál es tu papel en Equo?

Soy miembro de la Comisión Gestora de Equo a nivel estatal, que tiene como misión coordinar la estructuración del movimiento político Equo en base al mandato de la Asamblea Constituyente de octubre pasado y a los valores del manifiesto de 4 de junio: la transparencia, la participación democrática, el trabajo en red y desde abajo. 

¿Qué retos crees que debe salvar Equo para convertirse en esa cooperativa política que propones?

Ante todo, tal y como se decidió en la Asamblea Constituyente de octubre pasado, abrir un proceso colectivo, horizontal y participativo que permita definir desde el debate contradictorio y desde abajo lo que entendemos por movimiento socio-político del siglo XXI. Allí vertiré mis ideas de cooperativa política y partido-red, y estoy seguro que llegaremos de forma colectiva a la conformación de un nuevo objeto político no identificado a la altura de los desafíos sociales y ambientales. 

¿Qué ha supuesto para ti el movimiento del 15M?

Un soplo de aire fresco y de esperanzas en el ser humano. Como lo escribía cuando estalló el movimiento y que confirman los últimos meses: el 15-M, sean cuales sean sus realizaciones concretas a corto plazo y como fiel sucesora de 1968, es una brecha cultural abierta a largo plazo. Es otro punto de inflexión más hacia la civilización de la política y la repolitización de la sociedad. Añadiría ahora que con la movilización planetaria del 15-O, las y los indignados han dado otra dimensión al movimiento que, espero, junto con otras movilizaciones alter-mundialistas y ecologistas, sea una semilla más para la construcción de una conciencia ciudadana global.

Ahora pasamos a un minitest de respuestas rápidas...

+Un libro:
El diccionario etimológico.
+Un disco:
Blood Sugar Sex Magic (Red Hot Chili Peppers).
+Una película:
Amores perros.
+Una comida:
Una sopa caliente en invierno.
+Un sentimiento:
Paz interior.
+Una cita:
"Quien crea que un crecimiento exponencial puede continuar indefinidamente en un mundo finito es un loco o un economista" (Kenneth Boulding).
+Un rincón de tu ciudad preferida:
El barrio en el que vivo.
+Un viaje:
A un “caracol” zapatista en Chiapas, México.
+"Me encanta…":
El humor negro.
+"No soporto…":
El fatalismo.

Muchas gracias por tu tiempo. ¿Hay algo que quieras añadir?

Gracias a ti por prestarme este espacio para expresar mis ideas.

jueves, 28 de julio de 2011

Rob Hopkins: transición y resiliencia

Rob Hopkins es el fundador del movimiento socio-ambiental Transition Towns, de cuyos fundamentos ya hablamos en otra ocasión, y autor del Manual de la Transición (The Transition Handbook). En este caso os traigo un vídeo de una charla que realizó en el año 2009 en donde nos recuerda que nuestro mundo depende de un petróleo que está llegando a su cenit y que, junto al uso de otros combustibles fósiles, está produciendo un calentamiento global. Por ello, nos propone la que cree que es la mejor solución a este problema, la respuesta de Transición. Se trata de prepararnos para la vida sin petróleo y ajustar nuestro modo de vida para construir sistemas y comunidades que sean completamente independientes de los combustibles fósiles.

Si queréis verlo con subtítulos en español buscad la opción en el botón al lado del play.

miércoles, 13 de julio de 2011

Paisaje del Retroprogreso

José Luis Tirado es el autor de este documental titulado Paisaje del Retroprogreso, "una ópera documental electroacústica en la que el decorado se convierte en el protagonista y cuyo libreto nace de un cruce de citas del pensamiento crítico con las políticas neoliberales que originan una sociedad desregulada y sumergida en la espiral sin límites de la producción, el consumo y la acumulación". Una auténtica maravilla rodada en la bahía de Algeciras.


Paisaje del Retroprogreso from Red Decrecimiento Sevilla on Vimeo.

Para más información no dejéis de entrar en este artículo de Periodismo Humano ni de escuchar la entrevista que le hacen al autor al final del mismo.

martes, 12 de julio de 2011

Botas de Siete Leguas 1x05

Después de meses de silencio impuesto por las circunstancias por fin hemos podido grabar y editar el quinto programa de Botas de Siete Leguas. En esta ocasión lo hemos dedicado al transporte público en Córdoba, concretamente a la gestión de Aucorsa. Para ello invitamos al responsable de explotación de esta empresa pública. Podéis escucharlo aquí mismo (en el reproductor de abajo) o hacerlo en el blog del programa tras leer la magnífica introducción preparada por Pedro. Poneos cómodos, que empieza...

martes, 5 de julio de 2011

Deudocracia

"Debtocracy - Χρεοκρατία - Deudocracia" es un documental realizado por los periodistas griegos Katerina Kitidi y Ari Hatzistefanou, y distribuido en internet libremente por sus autores, que busca las causas de la crisis y de la deuda en Grecia, y que propone soluciones que el Gobierno y los medios de comunicación dominantes ocultan. Esta es la versión con subtítulos integrados en español.

martes, 28 de junio de 2011

Sobredosis (Overdose)

Cuando estalló la burbuja de las puntocom, la solución fue bajar las tasas de interés y facilitar los créditos al consumo, creando una nueva burbuja. Cuando estalló la nueva burbuja, realicionada con el mercado inmobiliario, las hipotecas basura y el mundo financiero global, la solución fue bajar las tasas de interés e inyectar miles de millones de dólares sin respaldo a un sistema bancario enfermo. Justamente esa solución generó un problema mayor, y por eso la próxima crisis será peor aún. Los gobiernos ya se están quedando sin combustible para alimentar la economía. Puede ser que todavía estén en condiciones de salvar a los bancos, pero de ahora en adelante la pregunta más inquietante es quién salvará a los gobiernos...

Este documental sueco nos cuenta esta historia y se pregunta cuándo y cómo estallará la próxima burbuja.

viernes, 20 de mayo de 2011

"Confiamos en la política y la democracia es algo que nos importa tanto como respirar"

Rosa Colmenarejo, madrileña, madre de cordobeses. Hija de la lectura y de la duda. Crítica consigo misma tanto como con todo aquello que la rodea. Sensible y racional. Convencida de que la única salida a toda la situación que enfrentamos pasa inevitablemente por más y mejor democracia. Lo que más me sorprende de ella tras conocerla durante unos meses es que siempre termina riendo con sinceridad, con cercanía, haciéndote partícipe de un sentido del humor inteligente, valga la redundancia, que te hace compararla inconscientemente con otras personas dedicadas a la política que conoces. Y sale ganando por mucho. Aquí os dejo las respuestas a unas preguntas que le he hecho.

¿Qué fue lo primero que pensaste cuando te propusieron ser candidata?

Oportunidad para formar parte activa del cambio de paradigma necesario para afrontar con garantía de futuro el siglo XXI. Ilusión, muchas ganas, pero también vértigo, mucho vértigo.

¿Qué dicen tus hijos de todo esto?

La reacción del mayor fue: “¿Por qué hay que elegir a un alcalde si ya tenemos uno?” Después le entusiasmó la idea de que cualquier vecino o vecina pudiese ser candidata. Ahora es ECOLO, pero dejando bien claro que “de izquierdas” (es de “alternativa”, no de “religión” y lo de “verde” no le encaja con esta dicotomía). Manuela está encantada, es ECOLA, sin condiciones.

¿Cuales son las diferencias entre intentar transformar la realidad desde los movimientos sociales o intentar hacerlo desde las instituciones?

La política desde las instituciones debe ser entendida como gestión de esas necesidades que se detectan desde el activismo social y/o ambiental. Desde las instituciones tienes la oportunidad real de cambiar las cosas, puedes optimizar socialmente los procesos, cambiar aquello que resulta anquilosado, vigilar la corrupción. Creo que es preciso estar con el pie y la mente en un sitio (instituciones) y con los ojos, el oído atento, la inteligencia y el corazón en el otro (movimientos sociales)

¿Cuál es la mayor responsabilidad que debe saber que tiene una representante política municipal en el ayuntamiento?

Que su trabajo está al servicio de toda la ciudadanía, la que te ha votado y la que no.

Hay personas que piensan que Ecolo Córdoba es la antítesis de Unión Cordobesa. ¿Crees que la ciudadanía lo percibe así?

Mucho me temo que los votantes de UCOR no saben siquiera que existimos. Pero yo sí lo tengo claro, nosotros abogamos claramente por la legalidad y el estado de derecho. Confiamos en la política y la democracia es algo que nos importa tanto como respirar. Además leemos, leemos mucho, y dudamos, dudamos mucho, y escuchamos, escuchamos mucho. Nos importa la gente, toda la gente, creemos en lo colectivo, desconfiamos de los que se atribuyen el papel de “salvador” a golpe de talonario, en Córdoba y en el FMI.

¿Qué es lo que más destacarías de la campaña que ha hecho Ecolo?

La participación de tanta gente distinta, diversa… esto a veces complica la organización pero ahora, visto con cierta perspectiva, veo que le ha dado una frescura y credibilidad difícil de conseguir mediante un guión precocinado por asesores políticos. Nuestro programa también destila esa frescura, ese descaro… puede no dar soluciones a todos y cada uno de los problemas que tenemos en Córdoba pero lo que afronta lo afronta con garantía, con una visión crítica y técnica. Valentía, también. La acción de las manzanas: una manzana, una idea, me parece lo más comprometido que puede hacerse, ligar la confianza de un posible votante a una sola idea… Esto demuestra la solidez del proyecto, lo seguros que nos sentimos con nuestro programa. Para mi ha sido muy fácil construir discurso a partir de las ideas del programa.

¿Por qué hay en Córdoba tanta economía sumergida y cómo se podría sacar a la luz?

Creo que quien debería mirar a los ojos a este problema es la ciudadanía, pensar en cómo quieren que sea su ciudad en el futuro. Como con el asunto de las parcelaciones ilegales, creo que lo que se precisa es más educación en valores ciudadanos, es fundamental consensuar un proyecto de ciudad y asumirlo colectivamente.

¿Crees que Córdoba está preparada para la crisis energética que se nos viene encima?

No, y lo que es peor sigue apostando por invertir en infraestructuras que la hacen cada día más pobre y más dependiente. Para Ecolo Córdoba ha sido fundamental el desarrollo de varios puntos en el programa que afronten este problema con garantía. Es clave la puesta en marcha de la Agencia Municipal de la Energía.

¿Qué es lo que más has echado en falta en la gestión municipal de los últimos 4 años?

Valentía, osadía por defender el modelo participativo, el modelo de ciudad sostenible que nos vendieron en un pacto IU-PSOE que ha resultado ser un panfleto publicitario. Más voluntad política por asumir los valores que dicen defender. Más seriedad y respeto en las relaciones con los colectivos sociales. Más humildad con los errores, más honestidad con las irregularidades. En fin, más democracia.

¿Qué opinas del modelo de participación ciudadana que hay en Córdoba?

Creo que está excesivamente estructurado, fragmentado, escindido, cooptado ideológicamente por los diferentes partidos políticos, en particular con el que se lleva gobernando 26 años. Es por tanto un modelo anquilosado. Es difícil comprender que se denomine “modélica” a esta participación, quienes así lo nombran quizá no incluyen en ese seno la relación con otras organizaciones sociales de la ciudad, como las peñas y las cofradías. La relación es totalmente desigual.

Y después del 22 de mayo, ¿qué?

Una asamblea abierta, como todas las que se han realizado en Ecolo Córdoba, el día 28 de mayo. Un balance de campaña y a trabajar para formar parte del proyecto EQUO. Dentro o fuera del ayuntamiento, ECOLO pasará a ser EQUO pero seguirá trabajando para que las 190 propuestas para transformar Córdoba se hagan realidad, antes o después.

¿Qué te parece lo que está pasando en los últimos días desde las manifestaciones del 15 de mayo?

Importantes, fundamentales, oportunísimas. Somos políticos, intrínsecamente políticos, nos lo han hecho casi olvidar los grandes partidos. No vivimos una democracia real sino una partidocracia que está pervertida. Sólo un movimiento ciudadano puede sacarnos del aletargamiento. La actual ley electoral restringe el acceso a las instituciones de los partidos con menos recursos, el umbral está demasiado alto, un 5% en el caso de las municipales. La política actual es sólo para invitados. ¿Cómo podemos hablar entonces de la “fiesta de la democracia”? Hay algo, bastante, de enajenación democrática en este sistema en el que con-vivimos. Ese fue el ánimo de Ecolo Córdoba cuando nos pusimos en marcha: Pasar de la indignación a la acción. Colarnos en su fiesta para transformar el sistema. Despertar las conciencias desde la ecología pero asumir la equidad social y la democracia radical como ejes transversales en la gestión de la vida municipal.

La política pasó hace mucho tiempo de hablar de objetivos a hablar solo de metodologías con las que alcanzar un objetivo monotemático asumido por todos: el crecimiento. ¿Crees que hay que volver a una política donde se redefinan objetivos diferentes?

Por supuesto, si no somos capaces de consensuar un proyecto de ciudad, de fijar unos objetivos con una metodología lo más participada y amplia de miras posible, estaremos siempre muy cerca de la casilla de salida. Debemos crecer, sí, pero como personas, como ciudadanía inteligente y capaz.

¿Cómo querrías que fuese Córdoba en 2020?

Una ciudad compacta, con el mejor transporte público posible, con muchísimos más árboles y sombras en sus calles, en todas sus calles, también en los barrios. Con muchísimos niños y niñas jugando en la calle, seguros, independientes, felices. ¿Es muy caro esto? ¿Son deseos de una idealista? Creo que el programa de Ecolo Córdoba alumbra caminos y senderos para conseguirlo. Queremos tener la oportunidad de demostrarlo.

Ahora pasamos a un minitest de respuestas rápidas, a ver con qué nos sorprendes…

+Un libro: Uno, no, cinco libros para comprender el siglo XXI: “Persona y democracia” de María Zambrano; “Sus crisis, nuestras soluciones” de Susan George; “Las mujeres y el desarrollo humano” de Martha Nussbaum; “Comunicación y poder” de Manuel Castells; “Muerte y vida de las grandes ciudades americanas” de Jane Jacobs.
+Un disco: “So what” de Miles Davis
+Una película: “Sweetie” (1989) de Jane Campion
+Una comida: Sushi en Ginza. Salmorejo en casi cualquier rincón de Córdoba.
+Un sentimiento: Ternura, al observar a mis criaturas o a mi amor durmiendo. Felicidad cuando ellos mismos estallan en risa.
+Una cita: Cualquiera de las que se ven en estos días en #acampadasol, son geniales. “No son rescates, son chantajes” o la inequívoca “Lee más”, por ejemplo, o del infalible Roto: “El poder no está en las estatuas, está en los pedestales”
+Un rincón de Córdoba: La plaza de San Andrés, porque huele a boj.
+Un viaje: Oh, Madrid!
+"Me encanta…": la gente inteligente que sabe conversar, que sabe escuchar
+"No soporto…": la gente que practica diálogos para besugos, o sea, que no escuchan, jamás.

Muchas gracias por tu tiempo. ¿Hay algo que quieras añadir?

¡Gracias! Danos una oportunidad, vota ECOLO, somos gente.

sábado, 14 de mayo de 2011

No hay nada más político que el medio ambiente

Durante más de cien años la preocupación ecológica fue la conservación de la naturaleza, a la que debemos la creación de los primeros parques nacionales. Sin embargo, las ideas relacionadas con el desarrollo, el crecimiento o la economía formaban parte de la esfera social y los factores ambientales no eran contemplados. No fue hasta el inicio de los años 70 del siglo XX cuando los campos social y ambiental comenzaron a ser analizados teniendo en cuenta su fuerte entrelazamiento y la conciencia ecológica empezó a entenderse como hoy día, desde una perspectiva ecosistémica global donde el sistema social creado por el ser humano tiene una importancia capital.

Hemos entrado en un siglo que quedará definido por los límites ecológicos y por nuestra respuesta a esos límites. Lo que hagamos con nuestro medio ambiente, con nuestro entorno, marcará lo que nos depare el futuro. Aunque ya tengamos sobre nuestras espaldas un peso importantísimo conformado por décadas de inacción en materia ambiental, cuando no fomento de las actividades más impactantes con el medio, nunca es tarde para empezar a cambiar.

Y cambiar no es hacer lo mismo de siempre pero un poco menos, o con un aspecto algo más amable. Cambiar no es seguir desarrollando políticas locales que esgrimen con candidez o descaro unos cuantos eslóganes de cariz ambiental que, en realidad, enmascaran prácticas económicas o urbanísticas decididamente orientadas por la idea de crecimiento económico convencional.

Los que deberían ser garantes del bien común han demostrado sobradamente que no son capaces de dedicar la importancia que merece a aquello que lo condiciona por completo como es la salud de nuestro entorno. Tanto es así que, en muchas ocasiones, lo que realmente es imprescindible para todos se convierte en la más pequeña de las preocupaciones del mundo de la política.

Y, sin embargo, no hay nada más político que el medio ambiente.

Ha llegado el momento de acabar con que en los discursos políticos solo haya sitio para la cuenta de resultados de lo particular con exclusión de toda perspectiva global y ambiental. Ha llegado el momento de proponer medidas que nos adapten al escenario futuro más probable. Ha llegado el momento de que haya voces en nuestro ayuntamiento que defiendan la importancia de la soberanía alimentaria. Ha llegado el momento de utilizar el urbanismo para mejorar la vida de todas las personas. Ha llegado el momento de que las infraestructuras megalomaníacas dejen paso a una nueva cultura de la movilidad. Ha llegado el momento de que la legalidad sea un instrumento de respeto y de establecimiento de límites para salvaguardar el bien común. Ha llegado el momento de que la transparencia y el laicismo sean consustanciales a la gestión de lo público.

Por todo ello, creo que ha llegado la hora de Ecolo Córdoba. Dice un proverbio chino que “lo primero que hay que hacer pasa salir del pozo es dejar de cavar”. Votar a Ecolo Córdoba no es la solución a todos nuestros problemas, pero es dejar de cavar nuestro particular pozo y comenzar a mirar en la dirección correcta.

Comenzamos con esta crisis que vivimos una nueva era caracterizada por el agotamiento de los recursos (especialmente de los combustibles fósiles) y por los efectos de los desequilibrios producidos por nuestros residuos en los ciclos naturales (cambio climático, por ejemplo). Una nueva era que transformará la sociedad postindustrial, globalizada e hiperconsumista en otra cosa. En nuestros actos estará la clave para saber qué características tendrá el futuro. Y el futuro comienza ahora.


jueves, 24 de marzo de 2011

Retratos libios

He leído por ahí que una de las pocas cosas buenas que traen las guerras es que retratan a la gente. No estoy totalmente seguro de ello. Basta con escuchar a todos aquellos que cambian su percepción de los conflictos armados y su opinión sobre ellos en función de sus intereses. Ellos sabrán cuáles. Aunque supongo que eso también es un retrato.

Combatiendo en una guerra contra nuestras propias armas, pareciera por algunas opiniones que los misiles de los cazabombarderos reparten chucherías entre la población libia. Quizás los fabricaron así. Mientras, los gobiernos y los medios de propaganda no dejan de bombardearnos a nosotros con la única idea admisible: que estamos allí, como siempre, salvando a alguien de los malos. Ya saben, la Guerra es la Paz y nosotros siempre somos los buenos de la peli.

Sí, puede que sea una decisión compleja saber si se apoya o no una intervención militar que dice responder a la necesidad de defender los derechos humanos ante la violación de los mismos por parte del gobierno de un tipo despreciable. Pero, aunque este señor tenga el privilegio de poseer la llave de oro de Madrid, no es el único ser humano despreciable del planeta. Existen muchos otros aún y a algunos de ellos les seguimos vendiendo armas.

Algunos creemos que todos los muertos son o deberían ser iguales, sea quien sea el asesino, aunque ya sabemos que no todos los muertos sirven para que hable Obama. Con la Declaración de los Derechos Humanos en la mano, ni la propia defensa de los derechos humanos justifica la violación de los derechos humanos. Y eso es así aunque la guerra esté respaldada por la legalidad internacional y una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU (¿la guerra de Irak habría sido aceptable con el aval del Consejo de Seguridad?), ese órgano tan democrático y cuyas decisiones pasamos a denominar automáticamente como "mandatos de la comunidad internacional". Con respecto a ello no puedo hacer otra cosa que aplaudir las declaraciones de Lula: "Estas invasiones sólo ocurren porque la ONU está debilitada. Si la ONU tuviera una representación del siglo XXI y no del siglo XX, en lugar de mandar un avión a bombardear, hubieran enviado al secretario general para conversar".

La justificación de la intervención en esta guerra, por otra parte, nos lleva a preguntarnos una serie de cuestiones. ¿Marcará esta intervención un punto de inflexión en la política internacional sobre derechos humanos? ¿Declararemos la guerra a todo aquel régimen que no respete los derechos humanos de una población rebelde? ¿Qué injerencias en asuntos internos de los estados están justificadas y cuáles no? ¿Estaremos preparando ya nuevas resoluciones para intervenir en Yemen, Bahrein o Siria? Todos sabemos perfectamente que no. Entonces, ¿qué relevancia tiene Libia para que hayan decidido actuar así? Pues eso.

Mientras no nos dotemos de otra organización, debemos acatar las resoluciones de la ONU (todas), pero la decisión de participar militarmente, como ha hecho España, es voluntaria. ¿Es una decisión coherente participar en una guerra (otra, no olvidemos Afganistán) que nos va a costar 25 millones de euros (si dura lo que dicen a priori) mientras se recurre al argumento de los problemas de financiación para recortar servicios públicos y gastos sociales?

La decisión de apoyar o no lo que se está produciendo en Libia es compleja, sí. Pero desnuda nuestras incoherencias ante lo que decimos defender o reafirma los valores que inspiran nuestros actos. Lo peor es que quizás alguien que confiaba en nuestros valores se sorprenda al ver terminado nuestro retrato.

viernes, 25 de febrero de 2011

Botas de Siete Leguas 1x04

Ha resultado ser una empresa muy complicada. Planteamos este podcast para diciembre del año pasado y ha terminado siendo el de febrero. Pero aquí lo tenéis, el cuarto programa de Botas de Siete Leguas, dedicado en esta ocasión a la ronda norte y las infraestructuras para la movilidad motorizada. Para hablar sobre estos temas invitamos a dos miembros de Colaborativa, y organizadores de los encuentros dosymedio. Y, por supuesto, debatimos en nuestra tertulia, las noticias más candentes del mes y el rincón literario. Ah, y no os perdáis la magnífica introducción que nos hace Pedro. ¡A disfrutarlo!

viernes, 4 de febrero de 2011

Encuentro sobre decrecimiento en La Casa Azul

Mañana hará un día precioso. Habrá sol, que es muy importante para que todo funcione. Será el cumpleaños de mi madre, que es un sol. Y podremos asistir a la Jornada por el Decrecimiento que se celebrará en la Casa Azul (C/ Muñoz Capilla, 15). Aunque nació como un encuentro para promover una red sobre decrecimiento en Córdoba, con la colaboración de unos y otras se ha convertido en una jornada completa llena de actividades. Convocamos: CGT, Colectivo de Solidaridad con Cuba, Consejo de la Juventud, Ecologistas en Acción, Ingeniería sin Fronteras, La Casa Azul.

Os dejo el cartel por aquí, por si os interesa. Y, si es así, allí nos vemos.


sábado, 15 de enero de 2011

El Fin del Crecimiento

Introducción: La nueva normalidad

La afirmación central de este libro es tan simple como sorprendente: El crecimiento económico tal como lo hemos conocido ha terminado.

El “crecimiento” así como se ha venido llamando, consiste en la expansión permanente de la economía global, con cada vez más personas atendidas, más dinero cambiando de manos, y mayores cantidades de energía y bienes materiales fluyendo a través de ellas.

La crisis económica que comenzó en 2007-2008 fue tan previsible como inevitable, y marca una ruptura permanente con respecto a las décadas anteriores, período durante el cual la mayoría de los economistas adoptó la visión irreal de que el crecimiento económico perpetuo es necesario, deseable, y además perfectamente posible de mantenerse en el tiempo. Pero en la actualidad ya han aparecido barreras infranqueables a dicha expansión económica, y estamos colisionando con dichas barreras.

Esto no quiere decir que los EE.UU. o el mundo entero nunca más verán otro trimestre o año de crecimiento respecto al trimestre o año anterior. Sin embargo, los golpes se hacen secuenciales y encadenados unos con otros, y la tendencia general de la economía (medida en términos de producción y consumo de bienes reales) estará al mismo nivel o en descenso, pero no en ascenso a partir de ahora.

Tampoco será imposible para cualquier región, nación o empresa continuar creciendo por un tiempo. En un análisis final, sin embargo, este crecimiento será conseguido a expensas de otras regiones, naciones o empresas. A partir de ahora, sólo un crecimiento relativo es posible: La economía mundial está jugando un juego de suma cero, con un premio cada vez más chico a repartirse entre los ganadores.


Anticipo condensado del próximo libro de Richard Heinberg, a publicarse en Julio de 2011, y disponible en  Energy Bulletin.
Traducción: Horacio Drago. 
Original en inglés.

domingo, 2 de enero de 2011

11 mashups para comenzar el año

Mashup o pop bastardo es un género de música popular basado en un método de producción particular que consiste en la combinación de dos o más temas musicales en una especie de collage. Quizás sea el primer nuevo género musical significativo que surge del underground y se desarrolla gracias a internet.