miércoles, 10 de junio de 2009

Firma pública de la declaración sobre el cenit del petróleo

Hoy era el día elegido para la firma pública por parte del Consejo de la Juventud (CJC), Ecologistas en Acción y la Federación de Asociaciones de Vecinos Al-Zahara de aquella declaración que hicimos los miembros del Grupo de Medio Ambiente del CJC acerca del cenit del petróleo y sus implicaciones. Se convocaron a todos los medios de comunicación de la ciudad a las 11 de la mañana en la sede de la Asociación de Vecinos de la Axerquía. ¿El resultado? La asistencia de una sóla persona, un fotógrafo. Podría opinar larga y profundamente sobre este desinterés mediático acerca de un asunto que es de vital importancia y del que, seguramente, terminarán escribiendo antes de lo que creen. Pero no tengo tiempo ni ganas. Eso sí, os dejo con lo que hubiesen escuchado oírme decir si se hubiesen dignado a venir.

El Consejo Local de la Juventud de Córdoba, como plataforma de participación juvenil que representa, defiende y reivindica los derechos de los y las jóvenes ante las instituciones públicas aprobó el pasado 27 de enero esta declaración que hoy firmamos públicamente y lo hicimos con el primer objetivo de compartirla con todas las asociaciones, entidades, instituciones o particulares que quisieran llamar la atención de la sociedad sobre un importante problema que tendremos que afrontar en los próximos años.

King Hubbert fue un famoso geofísico que predijo con más de veinte años de antelación cuándo entraría en declive la extracción de petróleo en EEUU. Descubrió que el momento de máxima producción coincide con el agotamiento del 50% del petróleo disponible, y que a partir de ese momento la extracción ya empieza a declinar. A ese punto de la gráfica se le llama Pico de Hubbert o Cenit del Petróleo.

En los próximos años, según la Agencia Internacional de la Energía, emergerá una brecha entre oferta y demanda de más de 12 millones de barriles diarios que hará prácticamente imposible el crecimiento de las economías, como la nuestra, basadas en un continuo incremento del consumo de combustibles fósiles.

Debemos estar preparados para este cambio de época que se nos echa encima. No podemos seguir dando la espalda al final de la era del petróleo. Por responsabilidad ha llegado la hora de cambiar. Sin más dilación. Podemos hacerlo. Necesitamos líderes que vayan más allá de conceptos que se quedan arcaicos ante la situación sin precedentes que se nos plantea. Necesitamos líderes políticos y líderes sociales. Necesitamos dejar de ser egoístas, partidistas o hipócritas. Necesitamos compromiso con el debate, con la información veraz, con el futuro más allá de las próximas elecciones. Necesitamos que la economía entienda las leyes de la termodinámica. Necesitamos, en definitiva, volver a los brazos del orden natural, cual hijo pródigo.

Nos alegra estar aquí hoy con Ecologistas en Acción y la Federación de Asociaciones de Vecinos Al-Zahara. Así como nos alegra también la reciente aprobación de esta declaración por parte del Consejo Municipal de Medio Ambiente y la probable, ya que se trata en la reunión de hoy, del Consejo del Movimiento Ciudadano, máximo órgano de participación ciudadana de la ciudad. Esperamos que sea el comienzo de una reacción equivalente al reto que tenemos por delante.
Actualización (23:23): El Consejo del Movimiento Ciudadano ha aprobado la declaración acerca del cenit del petróleo y sus implicaciones.

martes, 9 de junio de 2009

Cómo reconocer el cenit del petróleo sin nombrarlo

La energía será uno de los asuntos definitorios de este siglo. Una cosa está clara: la era del petróleo fácil se ha acabado. Lo que hagamos a continuación determinará nuestro éxito en responder a las necesidades energéticas del mundo entero durante este siglo y más allá.

La demanda está creciendo como nunca antes lo había hecho. A medida que la población crece y las economías despegan, millones de personas en los países en desarrollo están disfrutando de los beneficios de un estilo de vida que requiere cada vez mayores cantidades de energía. De hecho, algunos afirman que en 20 años el mundo consumirá un 40% más de petróleo de lo que se consume hoy. Al mismo tiempo, muchos de los campos de petróleo y gas están envejeciendo. Y los nuevos descubrimientos de energía se están dando principalmente en lugares donde los recursos son difíciles de extraer, físicamente, económicamente e incluso políticamente. Cuando la creciente demanda se encuentra con suministros más justos, el resultado es más competición por los mismos recursos.

Podemos esperar hasta que una crisis nos fuerce a hacer algo. O podemos comprometernos a trabajar juntos, y empezar por preguntar las preguntas difíciles: ¿cómo respondemos a la demanda energética de los países en desarrollo y los países industrializados? ¿Qué papel jugarán las energías renovables y alternativas? ¿Cual es la mejor forma de proteger el medio ambiente? ¿Cómo aceleramos nuestros esfuerzos conservacionistas? Sean cuales sean las acciones que tomemos, debemos mirar no solo al año próximo, sino a los próximos 50 años.

En Chevron, pensamos que la innovación, la colaboración y la conservación son los pilares sobre los que debemos construir este nuevo mundo. No podemos hacer esto solos. Es tan cierto que las corporaciones, los gobiernos, y cada ciudadano de este planeta debe ser parte de la solución, como lo son del problema. Hacemos un llamamiento a científicos, educadores, políticos y diseñadores de políticas, ecologistas, líderes de la industria y a cada uno de vosotros para que seáis parte de la remodelación de la próxima era de la energía.


Manifiesto de la campaña "Will You Join Us?" de la petrolera Chevron Texaco (2005)

lunes, 1 de junio de 2009

Un problema de escala

A veces tiendo a imaginar a nuestra sociedad globalizada como un sencillo puzle infantil en el que intentamos introducir el círculo en el hueco del cuadrado, donde encaja a duras penas a base de forzarlo, y astillamos la pieza felices con nuestro logro. Pero, ¿cómo encajaremos el cuadrado en el lugar del círculo?

Es curioso cómo seguimos forzando las piezas de nuestro puzle por no reconocer que partimos de ciertas premisas equivocadas. La mayor de ellas quizás sea seguir considerando a la economía por encima de la naturaleza.

Hoy día, por mucho que la realidad nos muestre que algo no encaja, continuamos teniendo una visión de la economía como si de un sistema individual y aislado se tratase, por lo que no existe realmente una dimensión ambiental de la economía que rige actualmente nuestras sociedades. Sin embargo, la economía no puede ser otra cosa que un subsistema de un sistema más grande: el ecosistema Tierra.

El proceso económico es una transformación física del capital natural, de baja entropía, en productos útiles para el ser humano que, posteriormente, desechará como residuos, sacando materiales y energía de sus ciclos naturales y aumentando la entropía. El crecimiento económico es un incremento exponencial de este proceso, que agrava dramáticamente el problema.

El tan maltratado concepto de sostenibilidad seguirá siendo un adorno sin sentido mientras no integremos en nuestras vidas la premisa de que no podemos hablar de un desarrollo sostenible si seguimos en la espiral de crecimiento. No podemos hablar de sostenibilidad si seguimos produciendo residuos a una velocidad mayor de la que necesita el ecosistema para reintegrarlos en los ciclos biogeoquímicos. No podemos hablar de sostenibilidad si explotamos los recursos renovables más rápido de lo que tarda la naturaleza en restaurarlos. Y no podemos hablar de sostenibilidad si basamos nuestras sociedades en la explotación creciente de recursos no renovables.

Todo esto está causado, en gran medida, por la absurda creencia de que un sistema inferior (economía) puede estar por encima de un sistema superior (Tierra). Mientras esto siga así, continuaremos padeciendo (y agravando) las consecuencias de un problema de escala.